jueves, 24 de marzo de 2011

Pit Stop en carrera

El semáforo se pondrá en verde la próxima madrugada en Australia. La temporada de Fórmula 1 dará comienzo y los candidatos al título sabrán exactamente cuáles son sus posibilidades en un campeonato lleno de novedades.
Un año más el equipo de La Sexta estará dirigido por Antonio Lobato y sus colaboradores serán los habituales, Nira Juanco, Jacobo Vega y Marc Gené. Pese a los deseos de Lobato la presencia en cabina del piloto Pedro Martínez de la Rosa no es segura. Esto supone un contratiempo enorme para los aficionados que seguimos este deporte; puesto que, desde que Telecinco adquiriera los derechos de la Fórmula 1, allá por 2004, el piloto, ahora en las filas de McLaren, nos ha ayudado enormemente a entender los entresijos de uno de los deportes más mediáticos y complicados del mundo.


Toda la sabiduría que ha compartido De la Rosa me lleva a hacer una reflexión. El motor es un deporte cuyo seguimiento se ha disparado en los últimos años. Tanto motociclismo como automovilismo son deportes Top en España y, de un tiempo a esta parte, los especialistas se han multiplicado. Los periodistas del motor ya no son periodistas resignados porque la columna de fútbol o baloncesto ya tenía dueño cuando llegaron a la empresa, son profesionales, conocedores que disfrutan de su trabajo.
Sin embargo, si nos ponemos a analizar el elenco de personas que trabajan de cara al público en las dos competiciones del motor más seguidas en España, mundial de motos y campeonato de Fórmula 1, esto es lo que nos encontramos. El esquema es el mismo; dos periodistas a pie de pista, un chico y una chica, un periodista locutor y dos o tres pilotos o ex pilotos que están autorizados a debatir cuando se les venga en gana.
He aquí mi reflexión. Creo que cada vez se está potenciando más al deportista que al periodista a la hora de hacer periodismo. Lo entendía antes, e incluso lo entiendo ahora, en un mundo tan técnico como el del motor, pero lo que no puedo llegar a comprender es que personalidades sin ningún tipo de capacidades para comunicar o comunicarse con la audiencia estén ocupando un puesto para el que un profesional se ha preparado durante toda su vida.
El primer caso que se me viene a la cabeza es el de Michel comentando junto a José Ángel de la Casa en TVE. La diferencia entre ambos era descomunal. La profesionalidad de De la Casa contrstaba con un tímido Michel que apenas participaba en las retrasmisiones.

Aunque su participación era menor creo que lo podemos poner como el primero de una larga lista, Kiko Narváez, Julio Salinas, Julen Lopetegui, el “mono” Burgos y un largo etcétera.
Y ahora os pregunto ¿Cuántos de vosotros apagáis el volumen de la tele y encendéis la radio a la hora de ver un partido por La Sexta o por Gol TV? Yo el primero. Y es porque quiero ver a profesionales del deporte jugar, mientras profesionales de la comunicación me cuentan cómo juegan.
Pero no nos equivoquemos. Pedro Martínez de la Rosa es la persona que más nos ha enseñado y que más bien ha hecho por la fórmula 1 en España, me atrevería a decir, osado yo, que incluso más que Fernando Alonso. El especialista es necesario, pero también tiene que tener el don del comunicador, como lo tiene Pedro y del que carecen, en mi opinión, cualquiera de los anteriormente nombrados en la lista.
Así pues mi voto es muy a favor de la presencia del especialista en las retrasmisiones, ya sea ex deportista o no, pero en contra de que ex jugadores se estén introduciendo en un mundo que piensan que es el suyo cuando, en realidad, es otro completamente diferente.
La nota positiva la da gente que sabe comunicar. En el mundo del deporte es una delicia escuchar como De la Rosa avanza un acontecimiento que tiene lugar cinco minutos después, o como Gené te dice el nombre de los 10 pilotos que van a entrar en la Q3 y efectivamente entran. Aunque estoy en contra de la manera en la que La Sexta estira el chicle de la Fórmula 1 hasta un punto soporífero, me parece que la presencia de estos dos cracks, y en menor medida de Carlos Sainz, ha sido un gran acierto y muy bueno para el deporte.
Pero es que también es una delicia escuchar a Daimiel hablando de baloncesto, o a Julio Maldonado comentándote un partido del mundial de Italia como si hubiera sido ayer; o, sin salirnos del mundo del motor, leer el blog de Mela Chércoles.
Existen verdaderos artistas a la hora de narrar un acontecimiento deportivo. Pero, por supuesto, haber estudiado periodismo no te convierte inmediatamente en un fuera de serie, al igual que haber sido deportista no te convierte en un experto reportero.


Hubo un tiempo en el que Álex Crivillé me ponía los pelos de punta y, a decir verdad, fue el que hizo que entrase en este mundo. Le debo muchísimo. Pero me parece que está ocupando el puesto de alguien que se lo merece más que él, alguien que sepa trasmitir y comunicarse. Creo que TVE tendría que dejar ese asiento a otra persona y utilizar a Álex para hacer reportajes sobre datos más técnicos, de los que él sí es un especialista.


Ángel Nieto tampoco me parece un crack del periodismo. Sin embargo, creo que la cadena ha hecho un movimiento magnífico al darle protagonismo en las categorías de cilindradas menores. Me explico, creo que han conseguido una unión entre varios pilotos, niños algunos de ellos, y el 12 + 1 veces campeón del mundo, que roza la relación de paternidad. Eso se trasmite llegando desde el circuito al espectador. Cuando un piloto se cae, se equivoca o tiene que abandonar, el primero en llegar, micro en mano, es Ángel y si ve al piloto muy alicaído no duda en darle un abrazo, algo que un periodista jamás podría hacer en directo.


Pero si ha habido un movimiento de genio en RTVE en cuanto al motor se refiere, ese fue el fichaje de Dennis Noyes. Simplemente genial. Esas alusiones sentimentales al pasado, esos detalles técnicos propios de un profesional, ese acento norteamericano que le da un toque ranchero y, sobre todo, ese entusiasmo que le pone a la hora de retrasmitir, la misma fuerza en todos y cada uno de los grandes premios,vaya quien vaya primero, con una vitalidad propia de un niño de 8 años que se lo está pasando como nunca haciendo lo que más le gusta. Repito, asombroso.
El mundo del motor es un mundo para valientes. Pero por muy valiente que seas a nadie se le ocurre ir a tope en un circuito sin haber entrenado antes, haber probado la moto o sin saber qué tipos de neumáticos está calzando en ese momento.
Para mí el mundo del periodismo también es un mundo para valientes. Pero por muy valiente que seas a nadie se le ocurre ir a cubrir una noticia sin haberse informado antes, haber estudiado formas de entrevistar o sin saber cómo se enciende la cámara.
Estos dos mundos se complementan para formar algo tan bonito como el periodismo deportivo. Pero no podemos olvidar que pertenecemos a un género y no podemos adentrarnos en el otro directamente sin pasar por un período de adaptación.
Si la pretemporada de un piloto dura tres meses, la de un periodista puede durar años, y todo el mundo sabe que si te saltas la pretemporada no podrás llegar nunca a la meta.
Disfrutamos por igual de las victorias y adelantamientos. Sufrimos con los accidentes y averías. Todos gozamos de una buena retrasmisión y lo pasamos mal cuando entra la publicidad y no escuchamos una voz que nos narre lo que sucede. Disfrutemos ambos de estos dos mundos, pero no nos adentremos en el del otro y será una victoria de y para todos.
Os dejo con un video que resume a la perfección todo mi post, un Crivillé que nos emociona adelantando a todo un campeón como Mike Doohan en la última chicane de Brno 96 y un periodista que sabe trasmitir toda la tensión del momento y liberarla con nosotros al instante de saber quien ha salido victorioso. Mágico.

2 comentarios:

  1. Eso es, di no al intrusismo laboral!

    Muy buenos los vídeos.

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  2. Gran entrada, sí señor.
    Desde aquí hago un llamamiento a crear el club de fans de Dennis Noyes en España, si no existe ya. Este hombre ha conseguido que me guste ver las retransmisiones de motociclismo cuando, la verdad, no es un deporte que me fascine.
    Por cierto: otro grande que merece la pena recordar es Tomás Carbonell en el tenis.

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